Historia del Carnaval de Sitges

El Carnaval de Sitges, uno de los más populares Carnestoltes de Catalunya. Sitges, uno de los pueblos más bonitos y acogedores de la costa catalana, se convierte estos días en una fiesta con el mejor ambiente y diversión asegurada.

Sitges es una localidad de la provincia de Barcelona en Cataluña, y está situada en la costa mediterránea a 36 km al sur de Barcelona ciudad. Su población en 2011 fue de 28.617 habitantes.

El microclima de Sitges, entre las montañas del Garraf y las corrientes del viento del mar, permita que  el cielo esté despejado de nubes unos trescientos días al año. Las noches, las playas, las fiestas, su cercanía a Barcelona, ​​la tranquilidad y, por supuesto, su gente, son un gran aliciente tanto para jóvenes como mayores. Se cree que la ciudad que aparece referida en textos clásicos romanos y griegos situada entre las antiguas Tarraco y Barcino, la Blanca Subur, podría ser Sitges.

Carnaval Sitges

El significado del nombre es silos, recipiente excavado en el suelo, aproximadamente de un metro y medio de diámetro y dos de profundidad, que se utilizaba antiguamente para almacenar trigo, cebada y avena.

Las referencias a los primeros habitantes de Sitges es del neolítico y en épocas más modernas está documentado un asentamiento íbero en el siglo IV a. C..

La actividad económica y comercial

La villa de Sitges era más agrícola que marinera. La viña era su principal actividad económica y laboral y por tradición el cultivo sobre todo de la malvasía. También se cultivaba trigo, huerta, algarrobos y el palmito o palmito, símbolo del Garraf, y con el que se hacían escobas y otros utensilios caseros.

Desde antiguo, Sitges ha sido el puerto que daba salida a los productos del Penedés. En 1345 Vilafranca pide al rey autorización para tener un puerto en Sitges, lo consigue y se convierte en el puerto de salida a los productos del Penedés, hasta la construcción del ferrocarril Vilafranca-Barcelona, en el siglo XIX.

La economía

En 1833 más del 27% de los catalanes que comerciaban con América eran sitgetanos, que exportaban ropa, vino, malvasía y aguardiente. La villa se convierte en un punto de veraneo de los americanos sitgetanos. La actividad económica siguió siendo la agricultura, la huerta y sobre todo la vid-en la actualidad sólo se conserva el cultivo de la Malvasía del Hospital de San Juan Bautista-. La pesca se mantuvo a pesar de que fue disminuyendo hasta quedar reducida a unas cuantas barcas que todavía faenan y pueden verse en  el Puerto de Aiguadolç.

Historia del carnaval

El carnaval de Sitges tiene más de 100 años de historia y una leyenda cuenta que la primera vez que se escuchó la palabra “Carnestoltes” fue en la esquela de un bufón del Sitges del siglo S. XV que se llamaba Carles de Can Torras. Fue por culpa del analfabetismo y la dislexia del escritor de su esquela que en vez de poner su nombre, pusiera Calrestorles. Este bufón murió el miércoles de ceniza, que es el primer día de la cuaresma. Con el tiempo, la imaginación de la gente del pueblo hizo que Carles Torres, cuyo nombre estaba escrito como Calrestorles, fuera recordado como Carnestoltes.

Cada año la ciudad acoge a casi un cuarto de millón de visitantes de todas las nacionalidades que llenan las calles deseosos de diversión y desinhibición.

Las celebraciones se inician el miércoles 6 con la elección de la Reina Infantil del Carnaval, el Casino Prado Suburense y con el Gran Quinto Carnavalero.

Actividades más relevantes:

  • L’arribo de Sa majestat Carnestoltes y la reina del carnaval: El jueves Lardero o Dijous Gras (día de la coca de chicharrones y la tortilla de butifarra de huevo-Mirar el post del 16 de febrero del 2012) el rey y la reina del carnaval, llegan a la ciudad y leen el pregón donde proclaman la fiesta sin límites y fomentan los bailes y los disfraces del pueblo catalán.
  • Carrera de camas disfrazadas, sábado: una de las actividades más divertidas de las fiestas. El número de participantes por grupo de esta carrera debe ser cinco y las únicas normas que existen son que uno de los participantes debe ir montado en la cama y que para recorrer todo el circuito, el grupo no pueden tener ayuda mecánica.
  • Rúa de la disbauxa, domingo: el domingo por la noche desfilan por el centro de la ciudad carrozas y collas. El número máximo de collas participantes es 50 y suele congregar a 3500 participantes disfrazados con sus mejores atuendos. Las collas se encargan de hacer disfrutar a todos los asistentes con sus coreografías y sus disfraces elaborados mientras los asistentes no paran de tirar confetis.
  • Rúa de l’extermini, martes: por la noche se celebra una rúa como homenaje al entierro del Carnestoltes del día siguiente. Suele ser la rúa más multitudinaria. Los entendidos aconsejan no fallar a esta cita, donde el cachondeo y la risa están aseguradas. Aunque la gente arrastre cansancio es en esa noche donde cada uno da lo mejor de sí, teniendo en cuenta, como dicen en Catalunya que “Per carnaval tot s’hi val” (Por carnaval todo vale).

Para celebrar el fin de los carnavales, el miércoles de ceniza 13 se celebra el entierro del Carnestoltes, y así los asistentes lo acompañan junto a su séquito hasta el lugar del entierro donde se procede a la lectura del testamento.